"Dos días una noche" Jean-Pierre y Luc Dardenne


El cine francés decepciona muy pocas veces y, desde luego, esta no es una de ellas. Es un cine sin pretensiones, ni grandes gestos; no abundan las superproduciones, pero cada año se realiza un montón de películas y, la mayoría, mantiene una calidad muy aceptable. Es un cine que cuenta historias de gente normal, episodios cotidianos, pero muy bien contados y siempre, incluso en historias duras como esta, transmite optimismo, buen rollo, "joie de vivre", en una palabra.
Esta es una película sencilla, que cuenta una historia sencilla, al menos en apariencia: una chica se encuentra, tras un periodo de baja, con que la empresa ha decidido despedirla o pagar una prima de 1000 euros al resto de empleados (una cosa u otra) y, por si fuera poco, deja en manos de dichos empleados la decisión. 
Deberán votar por cobrar una prima bastante sustanciosa o renunciar a ella para que su compañera mantenga su trabajo, y ella tiene un fin de semana (dos días y una noche) para convencerlos uno a uno de que voten por ella, para que pueda mantener su puesto porque tiene dos niños y un marido con un trabajo no muy brillante, no sabemos si muy estable, pero escasamente remunerado; porque si la despiden tendrán que dejar la casa y volver a una vivienda social; porque en este mundo en crisis con un sueldo no se llega a fin de mes, ni se pagan las facturas más perentorias.
Ella aún está afectada por la enfermedad que la ha tenido de baja (no se menciona hasta el final, pero se sospecha un trastorno de ansiedad o una depresión), toma pastillas para resistir y lucha por no llorar, quizás porque si comienza, sea incapaz de parar. 
Y con ese bagaje tiene que ir visitando a unos quince compañeros y pidiéndoles que renuncien a la prima. En ese empeño se va a encontrar de todo: generosidad útil e inútil porque no siempre se puede prescindir de un dinero con el que se cuenta para completar un sueldo más bien magro y, así, hay compañeros que se disculpan, a los que les gustaría ayudarla, pero... ellos también tienen sus problemas y cuentan con el dinero para...; egoísmo y mezquindad de quién quizás menos lo necesita, de quién mejor podría desprenderse de los 1000 euros de la prima, pero es lo que tiene el egoísmo que suele afectar a quién más podría ejercer de altruista y es que es más fácil ser generoso con la precariedad que con la opulencia.
En este mundo en crisis cabe todo: que se despida a los empleados puede ser asumible (también la crisis afecta a los empresarios), pero que se deje en manos de los trabajadores la decisión de despedir a un compañero y poner como alternativa una prima de 1000 euros para el resto, raya en la crueldad mental y es una manera gratuita y mendaz de sacar a la luz lo peor de cada uno, sus mezquindades más íntimas, aquellas miserias que deberían quedar ocultas para siempre.
El papel protagonista es duro y aguanta casi todo el peso de la película y está maravillosa y sobriamente interpretado por Marion Cotillard. Emociona con su trabajo sencillo, pero conmovedor; con su llanto contenido, su manera sencilla de plantear la situación a sus compañeros y aceptar tanto las posturas a su favor, como las negativas, no siempre educadas o amables, a ayudarla. Estremece su mirada herida y su resignación ante cada negativa; enternece su generosidad, su resistencia a turbar la tranquilidad de los demás, a provocar riñas familiares; te parte el alma su derroche de compañerismo final y la integridad de su alma herida, pero nunca vencida. 
Y al final, siempre el optimismo, las puertas abiertas hacia algo mejor que tiene que estar a punto de llegar.
Los hermanos Dardenne siempre tratan en sus películas problemas sociales y siempre los tratan con gran acierto. Se quedaron sin la Palma de Oro en Cannes, de hecho, la película salió del festival sin un sólo premio, pero eso no le quita ningún mérito, ni al filme ni a sus directores. Ya han demostrado con largueza lo que pueden hacer y acumulan premios por casi todas sus películas ("Rosetta", "El niño", "El chico de la bicicleta", por mencionar solo algunas que recuerdo haber visto), incluidas dos Palmas de Oro.
Por su parte, Marion Cotillard se ha llevado el premio a la mejor interpretación femenina en los Premios del Cine Europeo de los que ya hablé en este blog con motivo del premio a "Ida", y desde luego, es un premio merecido. Esta actriz que interpretó a Edith Piaf (Óscar a la mejor actriz en 2007), se deshace de todo glamour y se calza botas baratas y tejanos (únicos, botas y tejanos en toda la película), y los alterna con tres camisetas, y así pasea su problemática por las calles de no se sabe que ciudad belga; con su mirada triste y vulnerable; con su drama a cuestas; con sus decisiones drásticas, pero sosegadas; Tratando de contener el llanto y llenando la pantalla de crisis y dolor. 
Puta crisis. 

Comentarios

  1. Una muy buena película y aún más interesante blog, lo acabo de descubrir
    Felicidades

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    Respuestas
    1. Una película típica del cine francés que cada vez me gusta más. Sencilla, sin pretensiones, pero directa a la yugular, directa al corazón del problema.
      Muchas gracias por tu visita.
      Un beso.

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